top of page
jordi guillumet mònica roselló

Imágenes insistentes




Marta Gili




Escribe la filósofa española Remedios Zafra que «en la contingencia y alta probabilidad de morir cada día, sucede que la vida puede llenarse de un inmenso valor mientras dura». Y es, probablemente, con esta perspectiva esperanzadora con la nos levantamos cada mañana.  La insistencia de la vida en ser vivida, a pesar de sus numerosos sinsentidos y fragilidades, se enreda felizmente con el deseo, esa tensión creativa que pertenece al ámbito de la imaginación y que se nutre tanto de la ficción como de la empatía.

Algo semejante parece suceder con la vida de las imágenes. Se dice, a veces con animosidad moralizante, que estamos sumergidos en un mundo de imágenes cuya ubicua presencia vehicula nuestra experiencia, hasta el punto de llegar a nublar, no solamente la mirada, sino también el pensamiento crítico. El “supermercado de las imágenes” al que acudimos para su consumo –imágenes de todo género, formateadas, almacenadas en grandes cantidades en redes sociales, plataformas de información y de intercambio- sería, en parte, el responsable de nuestra alienación frente a ellas y cuestionaría el devenir de lo visible.

Incluso aceptando este discurso como algo incontestable – íntimamente ligado a la distopía del capitalismo neoliberal y a las políticas de acumulación de deseo sin placer, como sugiere el filósofo y activista italiano Franco “Bifo” Berardi- sucede que ciertas imágenes, como la vida, puede llenarse de un inmenso valor mientras duran. Son imágenes que manifiestan su sensibilidad en un espacio de obstinada espera, de íntima consciencia de un presente que va y viene, entre el antes y el después y el aquí y ahora, recalando entre un tiempo y otro, sin jerarquía alguna.

El trabajo de Jordi Guillumet y Mònica Roselló, “Registro Pendiente” ( 2021) explora precisamente, esa antropología de lo visible, analizando no tanto el sentido de las imágenes, sino como éstas, en su calidad de fragmentos del mundo, son capaces de dar cuerpo a lo sensible, a las actividades humanas del espíritu.
 
El dispositivo de la proyección de “Registro Pendiente” es tan sencillo como eficaz. Se trata de una gran pantalla impregnada de pintura fosforescente que acoge tres proyecciones simultáneas de fotografías, en blanco y negro, en forma de diaporama, con un intervalo de exposición de, aproximadamente, 12 segundos entre cada una.  Durante este corto periodo de tiempo, la pantalla así preparada absorbe la luz de la imagen proyectada sobre ella y la desprende en el momento en que esta imagen desaparece y empieza a emerger la siguiente. Con esta estrategia, cada imagen nace con la reminiscencia, la memoria, de la anterior que permanece unos segundos en superposición. De algún modo, con este dispositivo, se diría que cada imagen, en su momentánea insistencia, afianza el devenir de las otras, generando una trama de producción de deseo de lo visible que se instala frente al espectador, como lo hacen las palabras de un poema, verso a verso.

El escritor, poeta y dramaturgo francés, Jean Christophe Bailly evoca justamente el proceso por el que una imagen se convierte en insistente: “podemos separar la imagen de lo que la encadena al signo, con el fin de recuperar toda su complejidad como imagen, todo aquello que, más allá de la evidencia del signo, que en cierto modo es un estorbo, busca extraer del mundo: carne y luz , sombras y cosas caídas sobre la tierra, cosas vistas o pensadas que serán ofrecidas al pensamiento….Depositar, depositar más allá, en otra parte,  sin decir nada, sin añadir nada, esta sería la retirada de la imagen y aquello por lo cual se vuelve insistencia”.

La selección de fotografías que integran, tanto el diaporama como este libro, componen una balada de cosas vistas o pensadas, organizadas por formas, silencios y evocaciones de carácter íntimo y poético. Depositadas, una tras otra, sobre esta pantalla fosforescente, estas fotografías aparecen y desaparecen tomándose su tiempo, rememorándose mutuamente, como en la continuidad de una lenta respiración: una piedra, un rostro, el mar, un espejo, un poema, una rama, una mano, una culebra, un libro, un cuerpo, una hoja, un camino; en fin, como un abrazo infinito de lo vivo y de lo inerte, de lo presente y lo ausente.

Además de poner en evidencia la propia condición técnica de estas fotografías - la de ser realizadas con un instrumento de reproducción, la cámara fotográfica -, el modo de presentación de “Registro pendiente” permite producir (o quizá podríamos decir “atrapar”), otro tipo de imágenes, que las podríamos calificar de “espontáneas”. Se trata de la silueta del cuerpo del espectador, que en función del tiempo que se demora en su deambulación por el dispositivo puede engendrar una huella sobre la pantalla, como lo haría, de forma natural también, la proyección de la sombra del caminante sobre el camino o el reflejo de la luz de la luna en el mar.  

El espectador se convierte aquí, no solamente en el ser que ve - el que se somete al poder de los ojos-, sino también aquel que ejercita, con su propio cuerpo y en plena consciencia, su poder de intervenir sobre las imágenes, fijando en la pantalla su propio ritmo, su memoria y su respiración. De algún modo, esta producción espontánea de imágenes creadas por el cuerpo del espectador subvierte la economía de la acumulación de imágenes – la del supermercado - redistribuyendo las jerarquías de conocimiento y de experiencia, entre los artistas y los espectadores que se dan cita en una sala de exposiciones, entre la producción y la recepción de la obra.  

La instalaciónéaq de Guillumet y Roselló se convierte así en un terreno de juego de lo visible, en el que la insistencia de las imágenes y la presencia de los cuerpos, generan juntos reglas alternativas de gozosa participación afectiva. Como rezaba uno de los eslóganes del movimiento anarquista italiano Autonomia Desiderante : “La felicidad es subversiva cuando se vuelve colectiva”. Y quizá éste sea el inmenso valor de la vida mientas dura.

 

 1  ZAFRA, Remedios. « Frágiles. Cartas sobre la ansiedad y la esperanza en la nueva cultura », pág 11. Anagrama, Barcelona, 2021.

 2  BERARDI (BIFO), Franco, « El tercer inconsciente. La psicoesfera de la época viral ». Caja Negra editora, Buenos Aires, 2022

 3  BAILLY, Jean-Christophe. « L’imagement », page 33. Éditions Seuil, Paris, 2020
(traducción de la autora)
« la détacher (l’image ) de ce qui la cloue dans le signe pour faire revenir toute sa complexité d’image, tout ce que, par-delà l’évidence du signe qui en un sens est une nuisance, elle a cherché à extraire du monde : de la chair et de la lumière, des ombres et des choses tombées sur la terre, des choses vues ou pensées qui vont être des vues offertes à la pensée… Déposer, déposer plus loin, ailleurs et sans rien dire, sans rien ajouter, tel serait le retrait de l’image et ce par quoi elle devient insistance ». 

  • Instagram
bottom of page